Nidos de pasta 'Soul Kitchen'


"La gente no sabe de gustos. Tienen un agujero en sus barrigas y éstas las rellenan con porquería. Tienes cuarenta platos en tu carta y todos saben igual. Por el mismo dinero te varío todos los días cuatro platos. Comida para el alma."
Shayn, en la película Soul Kitchen de Fatih Akin (2009).



La revisión y relectura de todo manifiesto artístico debería de conjeturarse como una obviedad, mas si en la resistencia íntima y exteriorizada que suscribe Josep María Esquirol este sempiterno retorno 'al hogar' es una pieza clave dentro de la filosofía más vital. Observo entonces que ante el sempiterno 'Blitz' , ante una avalancha de impositivos y masivas listas apoltronadas en carteleras de cine o vómitos de lecturas enaltecidas por un océano de editoriales, uno prefiere volver a sus propios clásicos, a aquellas expresiones que le nutrieron a uno el alma. En esto pienso y revisito la obra del gran cineasta Fatih Akin, del cual podría -sin ser osadía- escribir una tesina. Me refiero a su aclamada obra 'Soul Kitchen'. Valga la redundancia que ya le dedicaremos especial atención al referido filme, empero acortemos la introducción de hoy para convidarles una receta de sello propio pero que es a la par un honesto homenaje a la filosofía que se alberga en esta pieza cinematográfica y cuyo lema es Essen für die Seele - comida para el alma. Se trata de unos nidos de pasta con base de tzaziki y langostinos aderezados en curry y jugo de mandarina, así como con especias traidas de orillas del Bósforo.

Nidos de pasta con base de tzaziki y langostinos en jugo de mandarina.



Nivel de dificultad: para inconformistas de la talla de Shayn
Frecuencia musical: SoulKitchen

Ingredientes para cuatro nidos 'Soul Kitchen': 

  Para el tzaziki:
  • 150 gr. de yogurt griego Mevgal
  • 1 diente de ajo
  • 1/4 de pepino
  • 1/2 limón
  • Perejil
  • Aceite de Oliva Virgen Extra
  • Pimienta molida
  • Sal
  Para los nidos y los langostinos
  • 5-6 langostinos
  • 1/2 mandarina
  • 1/2 cucharadita de Curry
  • 1/2 cucharadita de Sumak
  • Sal
  • Perejil
  • 50-75 gr. de espaguettis 
  • moldes  

Elaboración: 

Como es costumbre en mi humilde vera, he encendido mi gramola virtual y suena de un costado ese bálsamo a la guitarra del inconformista de Pavlos Sidiropoulos, Stin K. Ponemos en nuestros fogones dos cazuelas con abundante agua y sal marina para que cuando comience la ebullición, introduzcamos en una de ellas los langostinos y en la otra la pasta para los nidos. Mientras, preparamos el tzaziki. Para ello, en un bol, vertemos el yogurt y el aceite, aproximadamente dos cucharadas. Con ayuda de un rallador y sobre una tabla de madera desmenuzamos el pepino y el ajo, así como un poco de la cáscara del limón. Vertemos todos estos ingredientes en el bol de yogurt, sazonamos, cortamos y vertemos algo de perejil fresco, así como el jugo de medio limón, batimos bien y apartamos.

Seguidamente nos suena el tema del rockero griego Pavlos To Vivlio Ton Iroon y nuestro cuerpo vibrante se acerca a los fogones donde vierte los langostinos para dejarlos que se hagan bien y, en la otra, la pasta hasta tenerlo al punto al dente. Transcurrido el tiempo necesario extraemos los langostinos, dejamos que se enfríen y limpiamos. Después los troceamos. La pasta, ya también en su punto, se pasa por el colador y bien escurridos se va introduciendo en los moldes creando un hueco con ayuda de la mano. Se introduce a continuación en el horno precalentado a 180º y se deja que se tuesten unos 15 minutos, aproximadamente. Mientras, suena ese tema subversivo de Er France, Sing Song Girl. Es por ende tiempo de pillar una sartén con algo de aceite y darle candela. Vertemos los langostinos troceados sobre el reluciente aceite y seguidamente una cucharadita de curry y otra de sumak (de no tener esta especia, se puede suplir por una o dos guindillas). Sazonar y darle unos bailes a la sartén para apagar con medio jugo de mandarina y espolvorear con perejil fresco troceado. Dejamos reposar para extraer del horno los moldes con los nidos de pasta. Dejamos que se enfríen un poco y con ayuda de una cuchara emplatamos. Añadimos primeramente el tzaziki y después los langostinos. Et voilá, suena Sly Johnson y sabes que estos nidos son puro resultado del 'soul kitchen'. 


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